Sacarina. Efectos secundarios del edulcorante.

Si la lucha contra el sobrepeso es una constante en su vida, los endulzantes artificiales seguramente son parte de su defensa. Existen varios edulcorantes bajos en calorías actualmente, y uno de los más conocidos es la sacarina. ¿Se pregunta sobre los efectos que este endulzante alternativo tiene sobre su cuerpo? A continuación presentamos información sobre la sacarina y sus efectos secundarios.
En un mundo donde la realidad y la talla 0 compiten, la gente cada vez enloquece más con la figura. El ejercicio y la alimentación saludable están a la orden del día. Existen versiones bajas en grasas y calorías de casi cualquier alimento, incluyendo el azúcar. Los endulzantes artificiales reciben publicidad en la TV todo el tiempo como la alternativa más saludable. Pero ¿eso es cierto? ¿Son seguras las alternativas endulzantes? Este artículo echará una mirada sobre los efectos secundarios del conocido edulcorante sacarina. Éstos han sido materia de debate por largo tiempo junto a los peligros de la sacarina.
La sacarina es un compuesto sintético de sabor dulce (C7H5NO3S) usado en alimentos y bebidas como sustituto para el azúcar . Las tabletas de sacarina son entre 200 y 700 veces más dulces que el azúcar y no tienen calorías. El compuesto básico de la sacarina es el sulfinide benzoico. La dosis diaria aceptada de sacarina es de 5mg/kg del peso corporal. La sacarina tiende a dejar un regusto metálico. Este endulzante puede almacenarse por largo tiempo. Su nombre comercial es Sweet N’ Low.
Hoy en día la sacarina es sólo una de los muchos edulcorantes alternos: en los mercados existen aspartame, sucralosa, neotame y acesulfamo-k. A veces la sacarina se mezcla con alguno de estos edulcorantes para balancear los compuestos. En los refrescos dietéticos, por ejemplo, la sacarina se mezcla con el aspartame debido al corto tiempo de caducidad del último. La sacarina, siendo el edulcorante alternativo más antiguo, es el de mayor preferencia.
La sacarina fue anunciada como un descubrimiento importante, especialmente para los diabéticos. La sacarina es diferente del azúcar en tanto que pasa directamente sin ser digerida por el cuerpo. No afecta la insulina ni los niveles de glucosa. La sacarina no sólo se usa en productos dietéticos sino también en cosméticos y fármacos.
¿Es segura la sacarina? ¿Causa cáncer? A partir de estas preguntas se han efectuado estudios científicos, pero sus resultados siguen puestos en debate. Los efectos secundarios de la sacarina es uno de los temas más estudiados en la categoría de los aditivos alimenticios.
La sacarina fue categorizada primero como carcinógeno (sustancia que causa cáncer) en los años sesenta, pero fue en 1977 que se publicó el estudio definitivo que alertó sobre su consumo. Este estudio mostró que los ratones de laboratorio desarrollaron tumores cancerosos en la vejiga debido al consumo de la sacarina. Prohibida primero en Canadá, el Departamento de Control de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA) también propuso una prohibición total de la sacarina pero fracasó ante la presión pública. El Congreso de los EE.UU. permitió vender la sacarina en tanto que los productores pusieran un aviso en los paquetes alertando sobre los peligros para la salud. Pero esta marquilla se retiró en el año 2000, cuando nuevos estudios mostraron que la sacarina era segura.
También se ha afirmado que la sacarina puede causar reacciones alérgicas como dolores de cabeza, diarrea, erupciones de la piel, etc. Esto puede deberse a que la sacarina pertenece al grupo de compuestos de la sulfonamida.
También se han realizado estudios relacionando la sacarina y el embarazo. El consumo de la sacarina debe evitarse en este caso. El producto tiene la habilidad de pasar a través de la placenta y puede permanecer perjudicialmente en el feto. Algunos otros efectos adversos son la irritabilidad y la disfunción muscular en niños. La sacarina se excreta en la leche materna, de forma que las madres deben restringir el consumo de ella.
Aunque tradicionalmente se ha usado la sacarina como endulzante alternativo bajo en calorías, algunos nuevos estudios muestran que su uso puede de hecho hacer subir peso. Estos estudios también se realizaron sobre ratones, y se vio que los efectos de la sacarina cambian la conexión entre el endulzante y el consumo de calorías en el cerebro de los ratones. Esta correlación cambiada causó una sobrealimentación.

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